La forma más completa y práctica que conozco de abordar el liderazgo personal para transformarte en un auténtico/a líder de equipos y entrar en el club exclusivo de los directivos que marcan la diferencia es a través de la Fórmula Co3.
He dedicado tiempo a buscar la combinación ideal de disciplinas que cualquier persona debería trabajar si quiere gestionar equipos de forma eficaz y sin tener que dejarse la piel ni sufrir un estrés que haga injustificable esta noble tarea de dirigir personas. Si lo sabemos llevar de forma óptima lo considero el mejor de los regalos. Porque ver crecer a los que están a tu alrededor, construir con ellos relaciones basadas en la confianza, ayudarles en su camino de crecimiento profesional, a la vez que ellos te ayudan a desarrollar mejor tu labor, para mí no tiene precio.
Y los dos primeros ingredientes que se necesita para triunfar en el liderazgo de equipos son la pasión y la ilusión.
[bctt tweet=”El éxito del liderazgo empieza por inyectar grandes dosis de pasión e ilusión en lo que uno hace.” username=”DavidQuesadaR”]
Pasión por amar lo que uno hace, pues de lo contrario difícilmente podrá destacar en su cometido. Esto es aplicable para ser un buen líder y para cualquier cosa que nos propongamos en la vida. O sea, te lo propongo como un “mandato universal”.
Ilusión basada en el propósito de hacer el bien y contribuir al desarrollo de un mundo empresarial más consciente y próspero para todos, y subrayo lo de “para todos”, porque si es solo para unos pocos, no me vale. Ilusión para disfrutar del camino, con buenas dosis de alegría y diversión para que no sintamos la necesidad de separar en nuestra mente dos mundos que están condenados a entenderse: nuestra vida personal (tiempo de ocio, familia…) y nuestra vida profesional. ¿Por qué no disfrutar de ambas por igual? Conseguirlo nos acerca al ideal de bienestar y vida en plenitud, ¿no crees?
¿En qué consiste la fórmula Co3?
La fórmula Co3 del liderazgo auténtico se asienta en tres pilares o áreas de trabajo fundamentales:
- Conocerse
Es el punto de partida necesario. Se trata de un trabajo interior para tomar conciencia de nuestras fortalezas, nuestros miedos y barreras mentales y los puntos a mejorar. Conocerlos nos ayudará a entender mejor nuestra relación con los demás, y por tanto nos permitirá gestionar mejor las diferencias personales y las situaciones conflictivas. Lo conseguiremos trabajando herramientas que nos ofrecen disciplinas como la Inteligencia Emocional, el Coaching, la PNL o la Dirección por Valores. - Comunicar
Si queremos que los demás puedan entender los objetivos comunes que buscamos, los hagan suyos, se unan a la causa y se sientan parte importante del grupo, tendremos que ser capaces de comunicar de forma asertiva y auténtica. Esto requiere mucha práctica y sobretodo superar las autolimitaciones que nos solemos imponer a la hora de hablar en público y realizar presentaciones a grupos. - Cohesionar
Todo líder necesita de su tribu de seguidores. Sin el grupo, el líder pierde su razón de ser. Cuando lo trasladamos al mundo de la empresa, el líder necesita que su equipo trabaje con motivación, entusiasmo, confianza y bien alineado en el camino para lograr los objetivos comunes. Esto es la cohesión. En definitiva, que todos tiren del carro por igual, se ayuden unos a otros y no lo dejen todo en manos del responsable a la espera de instrucciones.
Trabajar estas tres áreas nos dará las herramientas para lograr el éxito con nuestros equipos. Te propongo el siguiente ejercicio:
Valora del 0 al 10 cuál es el nivel que percibes en cuanto a tu capacidad para desenvolverte en cada una de estas tres áreas. Después empieza por aquella en la que te hayas puntuado más bajo y establece las acciones concretas que llevarás a cabo desde hoy para mejorar tu nivel de capacitación. A por ello !!