Coronavirus ¿Eres más de la teoría pesimista o de la teoría optimista?
Me cuesta imaginar alguna familia a la que no le estén afectado económica o psicológicamente los tiempos convulsos que vivimos por este nuevo Coronavirus. Seguramente cada persona es una historia que contar muy distinta a la que vivía hace apenas dos meses. Yo me incluyo.
De todo lo que estoy viendo y escuchando estos días, saco dos teorías, la pesimista y la optimista:
Teoría Pesimista:
Ya nada será como antes, la forma en la que nos socializamos y nos relacionamos va a ser muy distinta a partir de ahora. Va a estar muy condicionada o limitada: geolocalización personal, distancias de seguridad, y otras medidas de ultra-control de masas como pulseras de control de temperatura para restringir movimientos, grabación de conversaciones, reducción de aforos y concentraciones, restricciones de uso del dinero en metálico… ¡Esto viene para quedarse!
Teoría Optimista:
Estemos tranquilos, que todo irá bien y esto pasará, como cualquier guerra que crea destrucción y tras ello viene la reconstrucción y el restablecimiento del bienestar social y económico. Tenemos una gran capacidad de sufrimiento y también de resiliencia, o sea, de sobreponernos y superar las situaciones más adversas una y otra vez.
¿Con cuál te quedas?
Yo me considero una persona más bien optimista y esperanzada sobretodo en lo que respecta a las relaciones humanas de proximidad. ¡En casa estos días de confinamiento hemos descubierto que tenemos vecinos y que son geniales! Compartimos charlas desde la terraza, organizamos bingos comunitarios, aplaudimos juntos, bailamos… Es de lo más positivo que he experimentado desde que el Coronavirus aterrizó en nuestro planeta.
¡Cómo lo veo yo!
No soy tan optimista en lo que respecta a cómo se está gestionando este mundo y los modelos económicos que se imponen. Me temo que la teoría pesimista va a calar a nivel global, aunque de una forma más sutil.
Algunas razones:
- El poder sigue estando en manos de personas en las que predomina su lado oscuro: ansia de poder, estatus, dinero… O sea, que van con el ego por delante como explico en la teoría de la Inteligencia Bipolar.
- La diferencia entre los más ricos y los más pobres sigue ensanchándose. Con esta crisis, algunos ricos dejarán de comer caviar durante un tiempo, pero muchos pobres (o no tan pobres) quizás no tengan para comer a final de mes.
- Las personas que nos deberían estar gobernando, están por otras causas lejos del poder: colaborando con ONGs en acciones humanitarias, investigando, curando o enseñando a la población de forma vocacional…
- Gobernar desde el miedo es mucho más sencillo y práctico para mentes del lado oscuro que buscan tener a la población bajo control y generar mayor riqueza para unos pocos.
- Nos vamos alejando cada vez más de modelos económicos alternativos como el de la Economía del Bien Común promovido por Christian Felber. ¡Aunque no pierdo la esperanza!
¡Coronavirus una oportunidad real,…!
Ahora más que nunca, en tiempos de Coronavirus, pienso que en importante que todos aportemos nuestro granito de arena y saquemos el lado más solidario para ayudar en estos momentos complicados dentro de nuestra círculo de influencia. Como por ejemplo la campaña de entrega de guantes impulsada desde Rotary Club Santa Susanna Costa Barcelona, o las múltiples acciones solidarias que podemos hacer a nivel local como voluntarios de Cruz Roja, Caritas, Banco de Alimentos…
…Y una manera de reforzarnos
¡Son las relaciones humanas de proximidad en las que tanto creo! Para ayudar a los demás, por su puesto, pero muy importante también: para levantar la mano y pedir ayuda cuando lo necesitemos. Porque tanto cuando ayudas como cuando eres ayudado/a, creas un vínculo que perdurará en el tiempo y nos hará bien a todos.
No me olvido de las empresas, pequeños y medianos empresarios/as, autónomos como yo, equipos, trabajadores y trabajadores, y de cómo afrontar emocional y psicológicamente la situación tan excepcional que estamos viviendo. ¡Lo hablamos en próximos posts!