Probablemente al leer el título de este post lo primero que has pensado es que voy a hablarte de fútbol, pero no… Bueno sí, solo para decirte que sobre esto del fútbol hay para escribir una enciclopedia. Me refiero a la afición al deporte llevada al extremo: los fanatismos, la cólera colectiva que se puede respirar en un estadio, la miopía cuando juzgamos al árbitro según del lado que estemos, por no decir la vergüenza que sienten algunos niños al ver las reacciones de sus padres en la grada…
La Riqueza MESI no se refiere a la riqueza del que se considera el mejor jugador de fútbol mundial, o uno de los mejores, para que nadie se enfade (lo dice un “periquito” al que algunos califican de descafeinado, será por eso de no ser radical).
La Riqueza MESI es un acrónimo de los 4 tipos de Riqueza que podemos identificar: Material, Espiritual, Social e Intelectual (Riqueza Zenks). Pero déjame que te explique de qué va esto de la riqueza:
Hay mucha gente que piensa que el orden normal de las cosas es el siguiente: estudiar para tener un buen trabajo y así tener dinero con el que relacionarse socialmente y alcanzar el éxito personal. Es una forma superflua de combinar por este orden la riqueza intelectual, la material y la social. Dejan al margen la riqueza espiritual, pues piensan que esto del espíritu es algo místico para gente soñadora, que no va con el mundo real.
¿He dicho “mundo real”? ¿Sí? Pues este es el origen de la reflexión que quiero compartir contigo. Lo que entendemos por mundo real, en el fondo es una realidad proyectada de lo que cada uno de nosotros piensa y siente, de nuestra inteligencia emocional y racional llevada a la acción. Por eso donde yo veo un penalti otra persona ve un error garrafal del árbitro, cuando el hecho ocurrido es único pero visto desde distinto prisma. Por eso hay personas que de una misma situación ven crisis, problemas y desdicha, y otras ven oportunidades, retos y desarrollo personal.
Entonces aquí va mi propuesta sobre la fórmula ideal de la Riqueza que te llevará a conseguir el verdadero éxito en la vida:
- Primero empieza por cultivar una parte de la Riqueza Espiritual. En concreto aquella que te hace reflexionar sobre tu verdadera misión en tu vida, el fin último, lo que te hace realmente feliz y favorece tu sana autoestima. Significa elevar tu conciencia para que todo lo que pienses y hagas a partir de ahora contribuya a que logres cumplir tu misión.
- Seguidamente combina la Riqueza Intelectual y Social de la siguiente forma:
Riqueza Intelectual para aprender y convertirte en experto/a de lo que más te gusta hacer, lo que más te apasiona, y sobretodo piensa en cómo puedes ganarte la vida con ello. Es importante que lo enfoques hacia cómo puedes ayudar a los demás con tu labor profesional.
Riqueza Social para relacionarte con personas afines a tus ideales, valores y filosofía de vida. Personas de las que aprender día a día, con las que generarás oportunidades para trabajar en equipo y compartir proyectos ilusionantes.
- Por último, si has puesto en práctica lo anterior, cuando menos te lo esperes llegará la Riqueza Material, no antes. Mucha gente (entre la que yo me incluía hace un tiempo) piensa que para ser feliz primero hay que ser rico, pero es al revés: uno primero decide ser feliz y después llega la riqueza material.
[bctt tweet=”Ser feliz es una decisión personal, una actitud ante la vida.”]
Raimon Samsó lo sintetiza a la perfección con una frase: Libre, sabio y rico.
Entonces te propongo que eleves tu conciencia para ser libre de pensamiento, que practiques la riqueza intelectual y social para ser sabio y que esperes a que irremediablemente llegue l riqueza material como consecuencia de todo lo anterior.
¿Qué te parece mi propuesta? ¿Estás de acuerdo con la fórmula ideal de la Riqueza?